En un texto de reciente aparición, Jacques-Alain Miller se refiere a la práctica psicoanalítica como la “escucha del detalle”[1]
En la última película de Juan José Campanella, “El secreto de sus ojos”, también son los detalles la cuestión a tener en cuenta y, en este sentido, podríamos decir que se trata de “ver el detalle”.
Recordemos que el film se basa en la novela de Eduardo Sacheri “La pregunta de sus ojos” publicada en 2005. El guion es de Sacheri y Campanella.
En el film, lo visto y lo no visto, la mirada y los ojos cuentan una historia más allá de los diálogos entre los protagonistas. Cuando las palabras dicen una cosa las miradas dicen otra muy distinta. Los personajes de Soledad Villamil y Ricardo Darín juegan todo el tiempo con esta cuestión haciendo cómplice al espectador, cómplices del secreto de sus ojos.
Las miradas, lo visto y lo mostrado se exhiben abiertamente.
En la escena del ascensor no hay diálogos, sólo el brillo de un arma y una tensión angustiante que nace de lo visto. Como tensa es también la escena en la que el mismo personaje muestra sus genitales a una mujer, luego de quedar con la mirada incrustada en su escote. La misma compulsión que lo lleva a un estadio deportivo donde existe algo que no se puede dejar de ver, pero donde él tampoco deja de ser visto.
La mirada es uno de los nombres del objeto a en Lacan, en tanto objeto que es bordeado por la pulsión en su recorrido. Efectivamente, la pulsión no se satisface sino en su recorrido, estableciéndose un circuito que sólo puede bordear al objeto a. “…ese objeto que, de hecho, no es otra cosa más que la presencia de un hueco, de un vacío, que según Freud, cualquier objeto puede ocupar, y cuya instancia sólo conocemos en la forma del objeto perdido a minúscula.” [2]
Eso que siempre falta es lo que motoriza al deseo. Por ello el objeto a es objeto causa de deseo.
Como la “a” que falta en la máquina de escribir del protagonista, el objeto a es eso que siempre se nos escapa, eso que nombra la falta, pero que justamente por no estar, está más presente que ninguna otra cosa.
Y de eso se trata en el film, de elementos que faltan desde siempre: el amor manifiesto y el responsable de un crimen. La palabra que nombra al amor, se anticipa emergiendo desde un estado de ensoñación del protagonista, bajo la forma del temor (“temo”, escrito en un papel), temor que se transmuta al agregarle el elemento ausente, precisamente la letra que falta a la vieja máquina de escribir.
“El secreto de sus ojos” es una película en la que el espectador completa el cuadro de una historia, en tanto es contada con miradas que hablan revelando una falta que está allí desde siempre, haciendo posible que el deseo se construya a lo largo del recorrido temporal de los protagonistas. Un circuito de vaivenes que nunca alcanza a cerrarse. Y tanto no se cierra que cuando está a punto de hacerlo, en la última escena, lo que se cierra es la puerta de la habitación en la que están los protagonistas, velando así la escena y dejando al espectador afuera. De allí que “El secreto de sus ojos” sea también el secreto del objeto a, objeto causa del deseo, sólo causa, nunca alcanzado.
* Agradecemos los comentarios personales del Dr. Carlos Gustavo Motta en la etapa de elaboración del texto.
[1] Jacques-Alain Miller. Puntuaciones sobre la dirección de la cura. Conferencias Porteñas. Tomo 2. Paidós. 2009
[2] Jacques Lacan. El Seminario 11. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Cap. XIV, La pulsión parcial y su circuito. Pág. 187. Paidós. 2001
Me gustó esa mirada distinta, me hizo ver cosas en las que tal vez no me había detenido,
ResponderEliminarMuchas gracias
Gracias a vos Bibi por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el enfoque.
ResponderEliminarHola Silvio: muy claro y preciso tu escrito. Así como bien decís el objeto “a” como causa, también está su otra versión como resto, deshecho, caída.
ResponderEliminarY me parece que en el film aparecen las dos versiones del mismo, ya que si no recuerdo mal, se trata sobre un asesino serial y aparecen cuerpos caídos (muertos) objetos “a” como resto a ser leído por el investigador del caso.
Perdón si recuerdo mal la película y no es así.
saludos Mabela
Muy bueno el articulo, me gusto el analisis y la verdad es que la pelicula de campanella se presta para detenerse y observar los detalles, analizarlos y asi poder seguir disfrutando posterior a la funcion cinematografica. Gracias
ResponderEliminarGracias Ariel. Me alegra que te haya gustado el análisis
ResponderEliminarHola Mabela:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Interesante tu propuesta de desarrollo. Coincido con vos en que se podría abordar la cuestión del objeto a desde esa vertiente.
Saludos cordiales
Mirada interesante también la tuya con respecto a la película, abre muchos caminos para seguir pensando. Muy buena observación de la letra “a” que falta en la máquina de escribir, en relación al objeto a, que por su ausencia nombra.
ResponderEliminarCon respecto al personaje que exhibe sus genitales, se me ocurre que podría llegar a pensarse, desde una posible estructura perversa, como identificado al objeto a, dividiendo a sus espectadores… otra cosa que seguiré pensando. Son sólo ideas, soy estudiante!
Saludos
Camila
Ante todo, gracias Camila por tu comentario. Me parece muy acertada tu observación acerca de la perversión. Efectivamente, da para continuar desarrollando ese aspecto. La posición de ese personaje está en el orden de la perversión, generando angustia en el otro.
ResponderEliminarSaludos
muy interesante lo que escribiste acerca de la pelicula, esto da cuenta tambien porque el exito de la misma , los guionistas y el director unos genios ,las actuaciones todas destacables aunque a mi particularmente no me termino de cerrar el personaje de pablo rago.. lo tenes analizado? me gustaria saber tu opinion y la de otros…
ResponderEliminarMuy interesante el artículo… ahora que lo leí me gustaría volver a mirar la película…hay cosas que siempre se escapan de la mirada….jajaja. Myriam creo que Pablo Rago pone un tope en el goce del asesino, intenta poner un un límite, aplicar la ley desde otro lugar diferente a la justicia..
ResponderEliminarAhora que me topé con su mirada psi sobre la película, sí me dio ganas de ir a verla. Lo último que vi de Campanella y Darín fue “Luna de Avellaneda” y me saturé. Muy bien expresada la enseñanza lacaniana. Un abrazo…
ResponderEliminarGracias Alicia! Muy alentador su comentario. Me alegra que el artículo la motive a ver la película que es realmente muy buena. Si luego de verla quiere dejarnos aquí su comentario, será bienvenido. Saludos
ResponderEliminarQué interesante Silvio lo que escribiste , me parece que la letra a de la máquina de escribir es el “detalle que observaste y que no está “a la vista” del espectador no alertado . A tal punto la mirada comanda la película que el personaje de Darín supone que salvó su vida porque su compàñero vuelca sus fotos para que no la vean los asesinos.
ResponderEliminarOtra cuestón que me gustaría saber si lo pensás así es que no se hace justicia porque el asesino violador no tiene condena pública ni social , es decir no tiene condena simbólica y se transforma en puro desecho como dijo Mabela sobre el objeto a , Rago ni le habla y dice , “nadie se interesó por él” . Gracias Silvio , Marcelo
Gracias Marcelo por tan estimulante comentario y bienvenido al blog.
ResponderEliminarEs interesante el planteo que haces respecto del asesino y su condena. Coincido con vos. Pareciera que la falta de regulación simbólica convierte al asesino en un desecho, en tanto la ley no lo alcanza para sancionarlo, pero tampoco para protegerlo. Como consecuencia de ello, termina viviendo en la más pura animalidad, pidiendo que por favor le hablen, pidiendo incluirse en un mínimo lazo social que lo haga sentir humano.
me gusto mucho tu mirada y sobre todo la pregunta que nos queda: sería extra (super) ordinario pensar en el silencio de la pulsion -el cautiverio- y ese velo que es la palabra que pide "decile que me hable"... tras las rejas dice el asesino... objeto a como causa de deseo....
ResponderEliminarGracias "una colega". Muy acertado lo que decis. En el cautivo surge una palabra que pide palabra. Es muy impresionante esa escena, porque creo yo, es la escena que muestra más crudamente la naturaleza humana en tanto no somos sin el otro, sin la palabra del otro.
ResponderEliminarHola Silvio,
ResponderEliminarme gustó mucho tu escrito, te agradezco el envío, no conocía tu blog: ahora tendré oportunidad de leer tus escritos.
Es muy claro la forma que empleas para describir el objeto mirada.
La película me gustó mucho y me alegra que reciba premios por lo logrado.
Te dejo un cordial saludo
Silvio, te felicito por lo escrito, por lo que transmitis, por esa "mirada" (resaltando el concepto) sobre la película, sobre la temática, sobre aquello que falta, sobre el deseo, sobre la pulsión.
ResponderEliminarEs ese sentido a la vida que cada uno le da que lleva a Esposito a descubrir la verdad, la realidad. Tanto desde el comienzo descubriendo, viendo lo que aquellos ojos adolescentes decían en cada foto y en la última parte preguntándose sobre el sentido que el esposo le daba a su propia vida.
En fin, impecable tu texto!!
Felicitaciones a vos y a Carlos!!!
Saludos,
Lourdes Quinteiros.-
Gracias Lourdes por tu comentario. Muy buena tu observación acerca del móvil que lleva a Espósito a la investigación.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno el comentario. También podemos ver las múltiples manifestaciones del goce: en la justicia absoluta, el amor imposible, el alcohólico, el perverso.
ResponderEliminarQue el asesino perverso flanquee a Isabelita Perón como guardespaldas es muy elocuente ( se descubre en la TV). Isabelita tenía a López Rega, el brujo, para ejercer la represión política.
La escena del ascensor es magistral. El perverso cree poseer el Falo y al observarlo aterra.
Es notable en el final la petición de la palabra por parte del asesino. Su condena finalmente es no tener con quien hablar.
Acuerdo con todo lo que decís. Todas las imágenes a las que aludís son impresionantes y grafican la posición del perverso. También creo, como vos, que su castigo finalmente es no tener con quien hablar.
ResponderEliminarMuy buenas tus observaciónes sobre las diversas manifestaciones del goce.
Gracias por tu comentario Eduardo.
Un saludo
Entiendo que la escena final, con el personaje preso,etc… nunca debiò ser mostrada, hubiera dado lugar a hacer màs presente el fuera de campo, eso que distingue finalmente lo que es cine de lo que no. Precisamente, se harìa màs interesante para ilustrar lo que Lacan dice acerca del objeto “a”. Esta es una breve consideraciòn de estudios que estoy realizando sobre cine y psicoanàlisis. Saludos.
ResponderEliminarEntiendo que la escena final, con el personaje preso,etc... nunca debiò ser mostrada, hubiera dado lugar a hacer màs presente el fuera de campo, eso que distingue finalmente lo que es cine de lo que no. Precisamente, se harìa màs interesante para ilustrar lo que Lacan dice acerca del objeto "a". Esta es una breve consideraciòn de estudios que estoy realizando sobre cine y psicoanàlisis. Saludos.
molnarwalter@gmail.com
walter molnar
Entiendo que la escena final, con el personaje preso,etc… nunca debiò ser mostrada, hubiera dado lugar a hacer màs presente el fuera de campo, eso que distingue finalmente lo que es cine de lo que no. Precisamente, se harìa màs interesante para ilustrar lo que Lacan dice acerca del objeto “a”. Esta es una breve consideraciòn de estudios que estoy realizando sobre cine y psicoanàlisis. Saludos.
ResponderEliminarEntiendo que la escena final, con el personaje preso,etc... nunca debiò ser mostrada, hubiera dado lugar a hacer màs presente el fuera de campo, eso que distingue finalmente lo que es cine de lo que no. Precisamente, se harìa màs interesante para ilustrar lo que Lacan dice acerca del objeto "a". Esta es una breve consideraciòn de estudios que estoy realizando sobre cine y psicoanàlisis. Saludos.
molnarwalter@gmail.com
walter molnar
Gracias Walter, muy interesante tu consideración. Recién lo pienso ahora a partir de lo que decis, pero acuerdo con vos.
ResponderEliminarMe gustaría poder leer algo de lo que estás escribiendo sobre Psicoanálisis y Cine.
Saludos.
Como la “a” que falta en la máquina de escribir del protagonista, el objeto a es eso que siempre se nos escapa, eso que nombra la falta, pero que justamente por no estar, está más presente que ninguna otra cosa.
ResponderEliminarHola Silvio, felicidades! Gran anuncio. Sácame de una duda. Qué representa la "A" mayúscula que el protagonista escribe para reemplazar en la máquina que escribe la "a" minúscula. Lacan habló del Objeto A y el objeto a, Cuál es la relación con la escena?
Mil gracias,
Mayko GD
Hola Mayko. Gracias por tu comentario.Respecto de tu pregunta, creo que hablar del Otro y del objeto a excedería este espacio,aunque es interesante pensar en su articulación en el film.
ResponderEliminarSaludos