Men at lunch es el título del documental que se puede ver en
Netflix, dirigido por Seán Ó Cualáin. Indaga sobre la fotografía Almuerzo sobre un rascacielos, icónica imagen
neoyorquina. Allí se puede ver a once
hombres que almuerzan tranquilamente sobre una viga a de hierro a 250 metros de altura sobre la Calle 50 con el
Central Park de fondo, un 29 de setiembre de 1932. Se toman unos minutos para
alimentarse mientras construyen el Rockefeller Center en la época de la Gran
Depresión.
De los once protagonistas solo se llegan a identificar a dos,
de origen irlandés y con hijos que aún viven. De los nueve restantes no se sabe
nada. Este anonimato dispara un curioso fenómeno identificatorio en mucha gente que
cree ver en alguno de ellos a su padre, a su tío o a su abuelo.
Por la época en que se tomó la fotografía la tasa de
desempleo era del 24% y se calculaba un trabajador muerto por cada diez pisos
construidos. Las colas de postulantes eran muy largas por lo que inmediatamente
las bajas eran reemplazadas. El 2% de los trabajadores morían al año y otro 2%
quedaba discapacitado. De allí que el sindicato de la construcción por esa
época decía “no morimos, nos matan”. En consonancia con esto uno de los
entrevistados en el documental dice que la época de la Gran Depresión fue el
apogeo de la construcción en New York porque los hombres trabajaban en jornadas
interminables por la menor paga posible.
La viga parece ser una metáfora de la vida, un lugar donde permanecer y quizás progresar.
Probablemente la fuerza de la fotografía resida en la sensación de
inestabilidad que transmite pero al mismo tiempo de comodidad en esa
inestabilidad. Los hombres están relajados aunque de un momento a otro podrían
caer. De alguna manera es una representación gráfica del sistema global en el
que vivimos y que hace funcionar al mundo.