sábado, 29 de agosto de 2020

DE LOS GLOBOS AL BANDERAZO. DEL OPTIMISMO FESTIVO AL ODIO REBELDE. CRONOLOGÍA DE UNA OPOSICIÓN


Recuerdo que en el 2015 la oposición política de ese momento y gobierno después, se nucleaba tras los globos dando la idea de un cumpleaños infantil o de una estudiantina adolescente. El slogan era simplemente "cambiemos". No se decía qué se cambiaría, cada uno podía imaginarse libremente que quería "cambiar".

Ahora en 2020 y siendo nuevamente oposición por haber perdido las elecciones de 2019, vuelven a nuclearse, pero esta vez tras otro elemento, tras banderas argentinas en lo que denominan "banderazos". Se emula así una fiesta patria escolar -de allí que estos banderazos se organicen en fechas que conmemoran hechos históricos- y se reconstruye un escenario de acto escolar que retrotrae a los asistentes a la niñez y adolescencia, a la escuela primaria y secundaria. Pero en los "banderazos", a diferencia de 2015, ni siquiera hay un slogan, aunque al igual que en esa época, cada uno tiene que imaginar su motivo para manifestarse. Así algunos protestan por las vacunas, otros porque no quieren llevar barbijos, otros porque el virus no existe o existe pero no mata, otros porque se cura con dióxido de cloro, otros porque se viene el comunismo, por Bill Gates, en contra de la OMS, en contra del gobierno, contra la reforma de la justicia, contra la expropiación de una empresa que estafó al Estado, etc, etc. Algo así como "Elige tu propia aventura".


En ambos casos, tanto en los actos de 2015 como en los de 2020 existe un manejo importante e inteligente de la psicologia. Se apela a la memoria emotiva. Así cada
 "banderazo" es como un recreo para salir del encierro de "esta cuarentena que nos impone el gobierno", tal como en el colegio en el que se salía al recreo después de soportar al maestro o al profesor. Ahora la figura opresiva no son los padres que nos obligaban a cumplir normas, o los docentes que nos ponían malas notas si no estudiábamos, sino el gobierno que "no nos deja salir". Y la invitación es a desobedecer a ese gobierno y a odiarlo, porque como dijo un periodista que hoy tiene coronavirus "a mi ningún gobierno me dice lo que tengo que hacer y hago lo que se me canta". Se transforma así a un gobierno que pretende preservar la vida en uno que restringe libertades y genera infelicidad, un gobierno malvado, tan malo como los padres de un adolescente y tan odiable como ellos.

Se apunta a la memoria emotiva de cada uno y así como en 2015 se convocaba con globos al recuerdo alegre de fiestas infantiles, ahora en 2020 se convoca con banderas al recuerdo de actos escolares y a cierta rebelión adolescente contra la opresión.
Se mantiene la forma y la emoción que en la infancia o adolescencia acompañaba a esos hechos, independientemente del contenido, que en cada manifestación lo aporta cada uno. Se convoca así a "banderazos" con decenas de consignas, un virus mortal como invitado principal y una emoción que lo tiñe todo: el odio rebelde.

Pasamos así del optimismo festivo infantil de 2015 al odio rebelde adolescente de 2020. Visto así y con perspectiva  cronológica quizás ese derrotero  sea signo de que la oposición va madurando y, de seguir así, tal vez llegue en algunos años a la responsabilidad adulta. Por ahora parece estar muy lejos de eso.

Silvio Rivero







jueves, 27 de agosto de 2020

LA PREPOTENCIA DE LA IGNORANCIA O LA BANALIZACION DE LA POLÍTICA

Es esta una reflexión de un fenómeno que se da en la República Argentina por estos días. Los personajes no me interesan particularmente sino el fenómeno en sí


Existe un personaje interesante, no por su persona sino por lo que representa: "El Dipy".

Este hombre viene siendo invitado a varios programas de televisión, pareciera que en virtud de un plan que se ha establecido desde esos medios de comunicación y en el que evidentemente juega un papel principal. 

Anoche estuvo en un programa e intercambió palabras con una legisladora y uno de los panelistas. No los dejaba expresarse interrumpiéndolos y acusándolos de delincuentes y corruptos. A su vez él no expresaba ningún pensamiento propio ni una elaboración personal sobre lo que se estaba tratando, que permitiera dialogar con quienes le hablaban y que, por su actitud de hostigamiento y falta de escucha, no podían convertirse en sus interlocutores. Sin conocimientos mínimos de cómo se maneja el Estado, sin idea de políticas públicas pero al mismo tiempo con exceso de soberbia, no se dejaba enseñar por quienes trataban de explicarle lo básico para poder conversar sobre un tema que desconoce pero aún así aborda. Desconociendo su propia ignorancia acusaba violenta y abiertamente a la legisladora de "deshonesta" sin siquiera arrepentirse ni pedir disculpas ante el hecho de que dicha legisladora le expresara que se sentía ofendida por sus dichos, tan infundados como irrespetuosos. 

Interesante porque este personaje seguramente representa a una parte de la población que no puede establecer un diálogo respetuoso en relación a temas políticos, considera que se encuentra afectado por la política aunque no sepa explicar exactamente porqué. Y este sector social seguramente no es el sector más humilde de la sociedad del cual este personaje dice venir y pretende representar.

Los hilos del verdadero poder que hoy no gobierna, se advierten fácilmente tras este tipo de personajes que se crean para ser infiltrados en la discusión política pero para banalizarla, teñirla de un discurso pueril, hacerla estéril y finalmente vaciarla de contenido; así como se vacían de contenido las marchas que desde este mismo sector se organizan. 

Entonces, por un lado organizan marchas sin móviles claros, dónde cada asistente tiene que llevar su motivo para marchar y por otro lado en los estudios de televisión instalan personajes que pretenden esterilizar el debate político a pura prepotencia de ignorancia, falta de vergüenza e irresponsabilidad. En los dos casos el objetivo es el mismo: instalar el malestar contra el gobierno, sobre todo ahora que comienza a tocar sus intereses económicos. En virtud de eso es tan válido utilizar a Dipy o a un ex presidente que 24 hs antes se presentó también en ese mismo canal de televisión, con el mismo objetivo pero con diferente estrategia.


Silvio Rivero



martes, 25 de agosto de 2020

LA CULTURA DEL CUIDADO Y DE LA RESPONSABILIDAD VERSUS EL CAOS


Esta pandemia nos enseña que lo que ocurre a uno tiene repercusiones en los demás, el famoso efecto mariposa pudo así ser experimentado. Un caso de Coronavirus en Wuhan se transformó en pandemia. En este mundo interconectado todo puede “viralizarse” rápidamente.

En este punto no estaría mal entender que, junto a esta cultura del cuidado que seguramente será parte de la “nueva normalidad” y a la que todos (o casi todos) nos estamos habituando, se sumará también una cultura de la responsabilidad que nos alcanzará a todos también, pero principalmente a quienes son referentes en cualquier campo.

Anoche en un programa de televisión un ex Presidente de la Nación habló de la posibilidad de un “golpe de estado” para el año próximo. Inmediatamente muchos salieron a cuestionar esa apreciación por redes sociales y medios de comunicación, ya que efectivamente no tiene asidero y conspira contra la democracia. Tanto es así que hasta el mismo Ejército tuvo que expresarse en contra de dicha posibilidad. 

Pero esta declaración se suma a otras igualmente irresponsables y malintencionadas que, desde sectores de poder, se emitieron por estos días; como la que expresara ayer por carta el anterior Presidente de la Nación quien manifestara que el actual Presidente faltó a la verdad cuando se expresó en relación a una conversación que mantuvieron al inicio de la cuarentena, en la cual el ex Presidente le habría sugerido al actual hacer una cuarentena flexible al estilo de Gran Bretaña. O como las declaraciones de apoyo que este mismo ex Presidente y la presidenta de su partido político realizaran alentando a sus seguidores a manifestarse en las calles el pasado 17 de agosto, exponiendo su salud y la de todos los argentinos.

Estas  declaraciones provocan en la sociedad un estado de alerta, inquietud y malestar y no favorecen al clima de tranquilidad que sería deseable hoy para enfrentar una pandemia mundial, con sus enormes consecuencias negativas.

En este tiempo de pandemia la sociedad aprendió, desde lo sanitario, que cuidarse es cuidar al otro y ha tomado medidas para no contagiarse ni contagiar la enfermedad. Es hora también de que cierto sector habituado a manifestarse pública e irresponsablemente, mida sus palabras antes de emitirlas ya que tienen también un efecto de contagio, se viralizan y crean un clima social cuando las pronuncian referentes político y sociales.

Si esto último no fuese posible -porque quienes pronuncian esas palabras y crean ese clima lo hacen en beneficio de sus propios negocios- será entonces necesario que el resto de la sociedad aplique la cultura del cuidado y la responsabilidad y no dé lugar a ese discurso ni lo reproduzca, a fines de proteger su salud tanto física como mental. 

Quienes trabajamos en relación a lo que podríamos denominar la salud mental, o desde el significante y sus implicancias, sabemos que la realidad se estructura desde las palabras. Pretender instalar una realidad caótica solo invocándola, es intentar generar un estado generalizado de enloquecimiento en tanto la realidad que presentan convencidos de que es, en verdad no es tal . Si las palabras las pronuncian referentes importantes pueden instalarse como verdades y, lo más peligroso, inducir a la acción.

Si la  “nueva normalidad” que nos dejará la pandemia implica la cultura del cuidado y la responsabilidad,  quizás tendríamos que estar advertidos de que probablemente no vaya a ser una cultura compartida por algunos, que seguirán siendo irresponsables, egoístas y continuarán intentando enfermar con el virus del odio a la sociedad y generar el caos, porque ese es su negocio. Los anticuerpos contra ese virus tan viejo como el mundo, entonces los tendremos que generar nosotros inmunizándonos contra determinados discursos para cuidarnos entre todos.

Silvio Rivero




lunes, 24 de agosto de 2020

"CRÍMENES DE FAMILIA". DEL TRAUMA A LA TRAMA


Cuando el dolor no tiene medida, cuando es incuantificable, cuando el sufrimiento es incontable; se hace película.

El film, que se puede ver por Netflix y que fue estrenado el pasado jueves, va y viene entre historias que confluyen, se separan y vuelven a unirse.

El dolor se va desenredando como madeja porque está fuertemente enredado a los cuerpos y psiquismos de los personajes femeninos que van deshaciéndose de él poco a poco para -con ese hilo de lo traumático vivido- ir tejiendo otra trama que los unirá  y que los llevará del trauma a la trama, a la construcción de una red femenina que las sostendrá en la vida. Una red vital.

Basada en hechos reales, el trauma vivido se hace entonces trama argumental en una película que cuenta la construcción de una trama vincular entre personajes que hacen red, sin proponérselo. Mujeres con enormes diferencias entre sí que sin embargo confluyen en una comunión  de dolores físicos y psíquicos, pero también de fortalezas, tan actuales como ancestrales.

De lo femenino se trata y de una opresión histórica que, a nivel de lo social y sobre todo a partir de estos últimos años, se encarna en gargantas que comienzan a darle voz, a decirla y gritarla para desnaturalizarla y para que deje de ser. 

Película sobre la violencia de género. Muy conmovedora, cruda y más que recomendable.

Ficha Técnica
Año: 2020
Director: Sebastian Schindel
Género: Drama
País: Argentina
Reparto: Cecilia Roth, Miguel Angel Solá, Sofia Gala Castiglione, Benjamín Amadeo, Yanina Avila, Paola Barrientos, Marcelo Subiotto, Diego Cremonesi, Claudio Martínez Bel.

 

Silvio Rivero


domingo, 16 de agosto de 2020

Feliz día de las infancias!!

Para quienes venimos trabajando en diversidad, discapacidad e inclusión es una buena noticia que a partir de este año en Argentina se hable de infancias, porque como decimos en nuestro libro, hay muchas infancias, todas distintas pero también iguales.

Existen  distintas formas de vivir está etapa que aún de adultos llevamos dentro. Feliz día también para ese niño o niña que vive en cada adulto y que ojalá nos dé la fuerza, el optimismo y la creatividad para salir adelante en este momento tan particular del mundo.

Feliz día!!


* Descripción de imágenes para personas ciegas o con baja visión

Imagen 1 Niños y niñas con diversidad funcional y sin ella, sonrientes, jugando y realizando actividades.

Imagen 2:
A la izquierda Tapa de libro Distintos e iguales
A la derecha texto del libro que dice: Todos somos distintos.
Tenemos diferencias por circunstancias personales. Algunos tenemos la piel oscura y otros clara; cabellos rojos, rubios, castaños; ojos verdes, celestes, marrones, negros y hasta turquesas; algunos somos altos y otros bajos; gorditos y delgados. Pero también somos distintos por circunstancias de nuestro contexto social. Por ejemplo algunos niños viven con papá y mamá, otros solo con su papá o con su mamá, otros con sus abuelos o con sus tíos, o en hogares sin nadie de su familia, pero con gente que los cuida. Algunos vivimos en ciudades, otros en el campo, en la selva, en el desierto o en la montaña. O sea, somos distintos también por nuestras circunstancias sociales y ambientales.
Pero también todos somos iguales en muchos aspectos. A todos nos gusta estar con seres queridos, todos amamos, todos lloramos, reímos, soñamos, nos divertimos y a veces estamos tristes.
Somos distintos e iguales.

* Descripción de imágenes para personas ciegas o con baja visión Imagen 1:  A la izquierda Tapa de libro Distintos e iguales A la derecha texto del libro que dice: Todos somos distintos. Tenemos diferencias por circunstancias personales. Algunos tenemos la piel oscura y otros clara; cabellos rojos, rubios, castaños; ojos verdes, celestes, marrones, negros y hasta turquesas; algunos somos altos y otros bajos; gorditos y delgados. Pero también somos distintos por circunstancias de nuestro contexto social. Por ejemplo algunos niños viven con papá y mamá, otros solo con su papá o con su mamá, otros con sus abuelos o con sus tíos, o en hogares sin nadie de su familia, pero con gente que los cuida. Algunos vivimos en ciudades, otros en el campo, en la selva, en el desierto o en la montaña. O sea, somos distintos también por nuestras circunstancias sociales y ambientales. Pero también todos somos iguales en muchos aspectos. A todos nos gusta estar con seres queridos, todos amamos, todos lloramos, reímos, soñamos, nos divertimos y a veces estamos tristes. Somos distintos e iguales.  Imagen 2 Niños y niñas con diversidad funcional y sin ella, sonrientes, jugando y realizando actividades.

martes, 11 de agosto de 2020

THE HATER O EL ARTE DE LA DESHUMANIZACIÓN


The Hater es un film polaco que puede verse en Netflix. Dirigida por Jan Komasa, quien también dirigiera Corpus Christi -película que compitiera por el Oscar y perdiera contra Parasite el año pasado- retrata a personajes que en redes sociales viven de la manipulación de otros y de crear climas emocionales que mueven a la acción. Pero va un poco más allá. 

El protagonista,  Tomasz Giemza -un joven sin dinero pero también sin escrúpulos que bajo el mecenazgo de una familia rica fracasa en sus estudios universitarios- se hace un lugar en el mundo de trolles y fakes news, aunque trasciende la pantalla de las computadoras, actuando en el mundo real y haciendo actuar a otros, en especial a un personaje que se presenta con escasos recursos psíquicos y mucha voluntad de acción.

La película bosqueja muy bien una forma de comunicar que hoy es muy común, incluso en nuestro país en este contexto de cuarentena y sobre todo de anticuarentenas. Aclaremos que "hater" puede traducirse como "odiador". 

Está ambientada en Varsovia, ciudad del tristemente legendario gueto que últimamente aquí en nuestro país, y en virtud justamente de comunicación "hater", se quiso homologar a la cuarentena por parte de algunos periodistas e intelectuales.

El universitario fracasado deviene en hater exitoso, gracias a su falta de escrúpulos y a su insensibilidad, a su sangre fría o quizás a su falta de sangre denunciada en la palidez de su rostro que avanza junto con la película. La lividez del rostro de Tomasz que crece minuto a minuto, es aquí expresión de un fluir de libido que se va retirándose de los objetos conforme avanza el film para ir depositándose en el oscuro interior del protagonista dónde viven esos monstruos que se alimentan del odio y lo producen.  De allí que también, conforme avanza la película, sean cada vez menos las palabras que Tomasz dirige a otros. No dialoga con otros, no emite palabras que ubiquen al otro como un semejante, no inviste libidinalmente, no ama. Sólo escucha clandestinamente conversaciones ajenas y cuando habla es con su cómplice y a través de un juego de guerra en red  donde no hay voces ni imágenes humanas, sino personajes animados con voces distorsionadas. 

Tomasz pareciera ir así deshumanizándose y deshumanizando a los demás a medida que transcurre el film. Va adquiriendo una fría lógica binaria de computadora, de números más que de palabras y que excluye los sentimientos propios para manipular los ajenos.

The Hater nos muestra como un ser humano puede ser también una perfecta máquina de producir, acumular y administrar odios. Algo que hoy puede advertirse fácilmente en las redes.

Silvio Rivero


domingo, 9 de agosto de 2020

PULSIÓN FATAL

El anterior gobierno dejaba a los ciudadanos librados a su suerte y a la ley de una selva en la que los capitales financieros eran los reyes y las corporaciones las reinas. 

Llega un Gobierno que, en un contexto de pandemia, intenta proteger a los ciudadanos más vulnerables con IFE, Ley de Teletrabajo, subsidios por fallecimiento a raíz del Covid, planes de apoyo económico a personas con problemas de adicción en su última etapa de recuperación, etc; un Gobierno que cuida también a las empresas con Moratoria Impositiva y  ATP; un Gobierno que negocia con valentía una deuda que no adquirió ante bonistas que quieren cobrar rápido y mucho, logrando un éxito que permitirá  achicar la deuda y postergar los pagos para destinar por varios años ese dinero al país.
Cualquiera se percataría de que, para la población, es más beneficioso este gobierno que el anterior. Sin embargo hay un sector de la población -visibilizado sobre todo en las redes sociales- que se dedica a atacar sistemática e incansablemente cada acto de gobierno y cada medida tomada. Lo más curioso es que quienes hacen esto no son dueños de empresas o capitales financieros que con el anterior gobierno se beneficiaban, sino ciudadanos comunes que fueron perjudicados por aquel gobierno y, directa o indirectamente, son beneficiados por este.
Ir en contra de uno mismo, defender a quien nos daña y atacar a quien nos protege es algo típicamente humano y en nuestro país se advierte desde hace tiempo -con efectos negativos que pagamos todos- pero la pandemia lo muestra de manera desvergonzada, sin ningún velo que lo disimule. La pulsión de muerte se presenta así por estos días, desnuda, sin pudor, obscena, paseando orgullosa por las redes produciendo asco en algunos, pero también cosechando adeptos.

Silvio Rivero


lunes, 3 de agosto de 2020

TERRAPLANISMO Y TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN ¿UN "TRIUNFO DE LA RELIGIÓN"?



Acabo de ver en Netflix “Tan plana como un encefalograma”, documental de 2018 dirigido por Daniel Clark. El título en inglés es más representativo del contenido: “Behind the Curve” que se puede traducir como “Detrás de la Curva”. El nombre en español sugiere cierta expresión peyorativa hacia la temática y no es ese el enfoque que le da el director, ni es tampoco el espíritu con el que la vi.
El film se centra en las actividades de Mark Sargent y Patricia Steer, dos terraplanistas norteamericanos que hacen de la difusión del tema el centro de sus vidas.
Me interesa aquí utilizar el film para pensar en lo que esbozo en el título del texto.

Teoría de la conspiración
Si bien la idea de que la tierra es plana existe desde siempre con algunos adeptos, es en estos últimos años en los cuales cobró auge. Esto se debe esencialmente a la posibilidad de difusión que otorga Internet. Para verificarlo alcanza con chequear el buscador de Google, que arroja más de 51 millones de resultados para “tierra plana”, entre los que hay 1 millón  y medio de videos. Estos últimos son la fuente de información preferida para quienes adhieren al terraplanismo.
Es interesante ver en el documental que a esta idea de la tierra plana se le suman otras como la ineficacia de las vacunas; la idea de que con nosotros conviven “reptilianos” (reptiles con forma humana que tendrían origen extra o intraterrestre y con inteligencia superior); la creencia de que hay una casta dominante oculta que bebe sangre humana y realiza sacrificios humanos; la idea de que existe un empuje hacia el transexualismo promovida por cierto sector de la sociedad, la idea de que los aviones que surcan el cielo arrojan químicos contaminantes a la tierra evidenciado en las estelas que dejan, etc.
Todas estas ideas que sostienen estas personas no pueden ser demostradas por ellas, pero tampoco pueden ser desmentidas por otros (desde su óptica). Si bien ellos no pueden dar pruebas fehacientes de la veracidad de sus creencias e ideas, los demás no pueden demostrar la falsedad de las mismas. Así por ejemplo, ante las fotos de la tierra tomadas desde el espacio exterior y que acreditan su redondez, los terraplanistas expresan que tranquilamente pueden ser falsas. Esta hipótesis simple pero contundente, se apoya en una teoría que sostiene todo su edificio de creencias e ideas: la teoría de la conspiración.
Esta teoría reza que nada ocurre por casualidad y que tras todo lo que ocurre hay poderes ocultos. Todo es conspirativo, según su creencia. El mundo es un engaño para dominar a la población. ¿Y quiénes intentan dominarlo? No son unánimes en esto pero ubican como controladores de la Humanidad a los masones, los judíos, los Rothchild, los Rockefeller, los jesuitas, los satanistas, el Vaticano, los gobiernos, la NASA, el FBI, la CIA, etc.   
No pueden demostrar la validez de sus ideas, pero tampoco se dejan convencer por el discurso científico que les muestra su equivocación, ya que consideran que la ciencia se encuentra al servicio de los poderes que dominan al mundo.
Dicha teoría a veces se vuelve en contra de quienes la sostienen y ejercen. Así Patricia  Steer, una de las dos terraplanistas cuya experiencia es contada en el film, da testimonio de que ha sido víctima de la teoría de la conspiración. Se llegó a considerar que era “reptiliana”, transexual, que trabajaba para la CIA (conclusión a la que llegan por las letras finales de su nombre: PatriCIA), que tenía una familia ficticia, etc. Steer expresa que ante esas consideraciones se siente impotente porque, aunque son disparatadas, no puede demostrar lo contrario. Prueba así de su propia medicina.
En épocas de pos verdad estas teorías vienen como anillo al dedo a mucha gente, ya que no es necesario un saber para sostenerlas, sino solo creer en ellas.

El triunfo de la religión
A la manera del discurso religioso, aquí es necesaria una dosis de creencia. Se cuestiona el discurso científico desde un discurso afín al religioso.
El saber científico es acusado de ser funcional a los poderosos y, en contraposición a esto, el saber cuasi religioso del terraplanismo se presenta como aquello que viene a liberarnos del saber de la ciencia y sus mecenas opresores. Es por eso que atrae a todos los discursos “anti” (anti vacunas, anti cuarentena, anti cuidado) que son los que también buscan liberarse de la opresión de los poderosos. De allí que una de sus premisas sea descreer de los gobiernos y de la ciencia.
Por estos días de pandemia vemos a representantes de estas posiciones “anti” formando parte de manifestaciones, son algunos de los que claman por el fin de la cuarentena y pregonan a viva voz su descreimiento en el gobierno y en el discurso científico. Aclaremos que no todos los que se manifiestan en contra de la cuarentena comulgan con estas ideas.
Lacan anunciaba “el triunfo de la religión” en una conferencia de prensa que diera el 24 de octubre de 1974 en Roma, más precisamente el Centro Cultural Francés con motivo de un congreso. Ese triunfo se daría esencialmente porque la ciencia lleva a la intranquilidad y la religión a la tranquilidad. La ciencia se arregla con lo real de una manera que angustia, entre incertidumbres y dudas; la religión en cambio aporta sentido a la vida.
Discursos como el del terraplanismo están, según lo veo, en la línea de lo religioso puesto que otorgan sentido y aportan certezas a las personas.
El sentido que ofrece el terraplanismo -y los demás discursos “anti” que se le suman- sostenidos por una teoría de la conspiración, es el de la libertad y de un "despertar". De allí que utilicen, tanto en manifestaciones como redes sociales, expresiones como “abrir los ojos” o “despertar”. Denuncian la opresión de los poderosos y ofrecen liberar, a todo aquel que crea en ellos, de las cadenas del saber instituido como tal, de conocimientos que para ellos no tienen sustento (efectivamente basta con mirar al horizonte para verificar que no hay curvatura de la tierra), se trata de cuestionar todo el saber con el cual nos dominan. Con este discurso ofrecen un sentido a la vida de muchos que se nuclean ayudados por las redes sociales en comunidades virtuales que le dan también sentido de pertenencia.
 Este sentido de la vida consistente en liberarse de los poderes ocultos del mundo que quieren controlarnos, se ha constituido ya en un movimiento a nivel mundial que crece día a día y que demuestra la enorme fuerza de las creencias por más absurdas que parezcan.

Silvio Rivero