jueves, 10 de diciembre de 2020

QUE SEA LEY!!


Recuerdo aún el dolor con que aquella mujer relataba su aborto, el movimiento del cuerpo buscando el apoyo justo en el sillón, la errancia de la mirada y las manos inquietas. El hecho tenía casi 40 años pero ella aún recordaba su cuerpo sobre la cama sucia, las luces colgando del techo, el olor a humedad, alcohol y lavandina, los ruidos metálicos de instrumentales y su miedo, su enorme miedo ese que volvía a sentir cuando hablaba en sesión. 

La vida de un analista está atravesada por relatos escuchados y los de las mujeres que han tenido que abortar son siempre muy dolorosos. Nadie pasa por un aborto sin recordarlo siempre. Eso no se borra y habita en el sujeto para siempre. Pero si a ese hecho tan doloroso se le agrega la condena de un Estado y de una sociedad, entonces el dolor es aún mayor.

No van a existir mayor cantidad de abortos por legalizar su práctica, así como no disminuirán por continuar siendo clandestinos. La ley no va a incidir en el número de abortos, lo dicen las estadísticas, pero también podemos decirlo quienes escuchamos el dolor ajeno. Afrontar una decisión de esta naturaleza es siempre muy difícil, se toma en la más absoluta soledad y asumiendo ineludiblemente toda la responsabilidad; pero si el Estado acompaña legalizándolo y garantizando la salud de la mujer, al menos esa difícil decisión no se pagará con la propia vida.

Por eso es tan acertado el lema "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir"

Que sea Ley!!

Silvio Rivero








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