El imperativo superyoico hacia la producción se verifica también en la clínica por estos días.
Se escucha el malestar por estar "perdiendo el tiempo", por "no hacer lo suficiente", por "no aprovechar el tiempo". En definitiva un imperativo que ordena producir, en términos de mercado, y que produce, a su vez, culpa por no estar a su altura. Y es un todo un trabajo entender que no hacer es el hacer de hoy, el más difícil y quizás el más angustiante, sobre todo si ese no hacer lleva a ese encuentro con uno mismo que suele quedar postergado cuando "se hace sin parar".
Quizás el producir en tiempos de libertad es lo que nos encierra y nos aliena y el no hacer, en tiempos de encierro nos libera, aunque también angustie. Quizás exista entonces una libertad que aprisiona y un encierro que libera.
Se escucha el malestar por estar "perdiendo el tiempo", por "no hacer lo suficiente", por "no aprovechar el tiempo". En definitiva un imperativo que ordena producir, en términos de mercado, y que produce, a su vez, culpa por no estar a su altura. Y es un todo un trabajo entender que no hacer es el hacer de hoy, el más difícil y quizás el más angustiante, sobre todo si ese no hacer lleva a ese encuentro con uno mismo que suele quedar postergado cuando "se hace sin parar".
Quizás el producir en tiempos de libertad es lo que nos encierra y nos aliena y el no hacer, en tiempos de encierro nos libera, aunque también angustie. Quizás exista entonces una libertad que aprisiona y un encierro que libera.
Silvio Rivero
Obra: El terapeuta de René Magritte
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